Si de catar vinos se trata, en Argentina no hay nada mejor que consultar a una mujer: Andrea Donadío es la mejor sommelier del país, reconocida luego de ganar el concurso nacional organizado por la Asociación Argentina de Sommeliers. En la reñida final enfrentó a 35 especialistas.
Andrea ha estudiado mucho para llegar a este logro. En 2011 y con 22 años, egresó del Centro Centro Argentino de Vinos y Espirituosas (CAVE) y desde ese año es docente en esa institución en la cátedra Apreciación Gastronómica, además de contar con diez años de experiencia en reconocidos restaurantes.
Además, Andrea fue reconocida como Certified Sommelier 2015, Court of Master Sommelier, es co creadora de Tinte Vinos, una tienda online, y es capacitadora en aceite de oliva para la marca Oliovita.
Andrea no cree que haya que nacer con un talento especial para ser una experta en vinos. Por el contrario, entiende que ser una buena sommelier requiere de mucho estudio y dedicación. Durante la formación académica se debe entrenar mucho el olfato y el gusto. “De esta manera se pueden elaborar patrones y parámetros en relación a determinados componentes que se describen cuando catamos un vino, ejemplo: descriptores aromáticos, nivel de acidez, nivel de alcohol, textura de taninos».
Asimismo refiere que “la preparación para un concurso requiere de una larga planificación, que en general lleva más de seis meses aproximadamente. En el último concurso estudié dos horas por día durante ocho meses. Armé un calendario con todos los temas que quería estudiar e intenté llevar el ritmo con mucha disciplina pero también con mucha flexibilidad. Puse pocos temas por día, con objetivos pequeños para poder lograrlos y así mantener viva la motivación”.