MEDIO AMBIENTE
Entrevista a Lorena Eberhardt
Sustentabilidad con mirada femenina
La industria automotriz era, hasta pocos años, territorio estrictamente masculino. Mary Barra en Estados Unidos o Isela Constantini en Argentina, fueron ejemplos poderosos que ayudaron a derribar esos prejuicios y, de a poco, las mujeres empiezan ser protagonistas en la industria de los “fierros”. En Grupo Iveco Argentina, este creciente protagonismo femenino lo lidera Lorena Eberhardt, coordinadora de Medio Ambiente y exponente actual del compromiso ambiental y sostenible en el sector automotriz. Desde la empresa italiana de camiones trabaja no sólo en la gestión ambiental, sino también en la inclusión social de sectores vulnerables. Con una trayectoria de 6 años en el Grupo, Lorena integra las prácticas ambientales responsables en IVECO y FPT Industrial en Argentina. Su profundo conocimiento y experiencia, la convierten hoy en una de las máximas referentes locales en el tema de sustentabilidad, y en una líder inspiradora para quienes trabajan a sus órdenes en la organización. Su vida personal también es un ejemplo de equilibrio entre trabajo y familia. Hoy es una orgullosa madre de dos niños de 9 y 7 años y, hace apenas 1 año, de una hermosa niña.“Con cada avance que logramos en sustentabilidad, mi primer pensamiento inconsciente es en mis hijos y en el futuro del planeta que les dejaré”, confiesa Eberhardt.
De empresa lineal a circular
La ejecutiva destaca que su gestión comprende diversas áreas. La principal, por supuesto, es la ambiental, trabajando en reducir la huella de carbono de la empresa y sus productos a lo largo de la cadena de vida y descarte.
“Nuestro enfoque de la sustentabilidad se extiende al aspecto social, promocionando fuertemente la economía circular para lograr un punto de encuentro de ambos ejes: el ambiental y el social”, explica Lorena.
Por eso, se enfocan en toda la cadena de valor del producto, desde su concepción inicial. “Hemos logrado un cambio paradigmático para la industria en los métodos de producción, dejando atrás el modelo convencional `lineal´ -extracción, producción, consumo, deshecho- para adoptar un enfoque `circular´, transformando residuos en recursos valiosos. Por eso Iveco decidió seguir la metodología de las 5 R: Reducir, Reciclar, Rechazar, Reutilizar y Recuperar. Es un gran compromiso para crear un producto sostenible, pero sobre todo supone una transformación profunda en la forma de operar para lograr ese resultado”, fundamenta.
Integrar lo social
El valor del modelo circular y la visión de sustentabilidad de Iveco, es que implica encarar el reciclaje con compromiso social. “Buscamos amalgamar medio ambiente, participación comunitaria y desarrollo personal, a través de programas educativos donde concientizamos a la comunidad sobre la importancia del reciclaje, y fomentamos la implicación activa, tanto en la práctica como en la comprensión profunda de la sostenibilidad ambiental”. Para Lorena, lo más lindo de estas iniciativas voluntarias, es que no solo se anotan los empleados, sino también sus hijos y la comunidad en su conjunto.
Una isla feliz
La Isla Ecológica es una iniciativa diseñada hace un año. Este espacio está organizado para gestionar los residuos de manera integral, con foco en la sostenibilidad y el reciclaje. Su objetivo principal es transformar los residuos que genera la empresa en su proceso de producción y consumo, en recursos valiosos que se reintegren en el ciclo productivo, impidiendo así la acumulación en vertederos y el impacto nocivo para el medio ambiente. En la Isla se implementan diferentes estrategias y procesos, desde los más tecnológicos hasta los educativos y sociales. Se empieza por la separación de residuos, comenzando en la misma fábrica, separando lo que ya es residuo y clasificándolo en categorías: plásticos, papel, cartón, vidrio, metales, orgánicos, etc. Esta separación inicial es fundamental para facilitar su procesamiento posterior, explica Lorena. En segundo lugar, se procede al reciclaje y la reutilización: los residuos separados se someten a procesos de reciclaje, transformándose en materiales reutilizables para la fabricación de nuevos productos. Se promueve además la reutilización de todo objeto y material para prolongar así su vida útil.
Una isla que no se aísla
La Isla Ecológica también cumple una función educativa en la comunidad y los visitantes, que pueden ver cómo se lleva a cabo una adecuada gestión de residuos. “Realizamos visitas guiadas, talleres y actividades informativas, donde se concientiza sobre el reciclaje y se promueven prácticas sostenibles en la vida cotidiana. En La Isla se promueve el concepto de economía circular, es decir que los materiales y productos deben circular en sistemas cerrados, minimizando así la extracción de recursos naturales y reduciendo los deshechos. Esto implica que el diseño mismo de los productos, desde su misma concepción, ya contempla facilitar su posterior reutilización y reciclabilidad.” Tan importante como esta concepción de producto, es la inclusión de la parte social, que implica la colaboración con recicladores. La Isla Ecológica colabora con recicladores informales y formales, jerarquizando y colaborando en su actividad, al proporcionarles un flujo constante de materiales reciclables.
“Con cada avance que logramos en sustentabilidad, mi primer pensamiento inconsciente es en mis hijos y en el futuro del planeta que les dejaré” – Lorena Eberhardt
Espacio de innovación
En la Isla Ecológica se implementan tecnologías y procesos innovadores para el tratamiento de residuos, como el compostaje de materia orgánica, transformación de plásticos en materiales de construcción, o la creación de productos artísticos a partir de materiales reciclados. “La Isla es un espacio que fomenta la transformación de residuos en recursos valiosos. Utilizamos procesos de reciclaje, reutilización y educación. Esta idea multidisciplinaria ya está contribuyendo en gran medida a reducir la generación de desechos, conservar recursos naturales y minimizar nuestro impacto ambiental por gestión inadecuada de residuos.” Gracias a esta labor, Grupo Iveco fabrica una variedad insólita de productos, incluyendo instrumentos musicales, bicicletas, patinetas y otros artículos, que posteriormente son donados en ocasiones especiales a los niños más necesitados.
